jueves, 17 de noviembre de 2022

Una reflexión sobre “las almas del purgatorio”

Una reflexión sobre “las almas del purgatorio”

Eduardo de la Serna




Con bastante frecuencia se escucha, en las oraciones de la comunidad, que alguien pide “por las almas del purgatorio".

No pretendo tener aquí una palabra clara sobre un tema que es muy complejo, pero sí – al menos – despejar algunos elementos de confusión.

Empecemos señalando algo: en la Biblia jamás se hace referencia a lo que llamamos “el purgatorio”. Por tanto, para decir algo sobre esto, debemos entrar en otro terreno, como es la tradición y la historia de la Iglesia. Para ser más precisos, el tema entra en la teología católica recién en la Edad media.

Evidentemente, el "purgatorio" hace referencia a personas que ya han muerto. Como hemos señalado en otro momento, de todos modos, hay que evitar la imagen de que los muertos “van a un lugar”, sea este cielo, infierno o purgatorio. No se trata de "lugares". Hemos señalado que se trata de un encuentro de amor y amistad con Dios que alcanzan quienes llegan a la vida plena (cielo) o la ausencia definitiva de Dios (infierno). Además, en este caso, como el término lo indica, se refiere a una etapa en la que se “purga” una vida que no ha sido de pleno amor mientras se prepara para el encuentro definitivo. El tema es complicado.

Pero hay otro elemento. En el credo solemos repetir que creemos en “la comunión de los santos”. Después de decir que Jesús “descendió a los infiernos”, es decir, que fue al encuentro de los muertos (para "hacer llegar" también a ellos los frutos de la Pascua). En esta "comunión" se hace referencia a una interrelación entre el tiempo de Dios y nuestra historia. Y, por comunión, se entiende un misterioso encuentro de amor. Es acá que adquiere su sentido la oración por los difuntos. No se trata de que se pretenda que con nuestra oración lograremos un cambio de la situación de nuestros seres queridos, especialmente porque sabemos que nos movemos en el terreno de la gracia. Dios no se mueve en el espacio de la “meritocracia” que le es totalmente ajeno; Dios se mueve en el ámbito del amor y del don. El cielo es un regalo de Dios, Dios se nos da porque Dios mismo es “regalo”. El amor siempre es gratuito. No se trata de que alguien “logre” el cielo por sus méritos o que por nuestras oraciones logremos su “purgación”; lo que no quita lo contrario y es que, en ocasiones, con nuestras actitudes elegimos rechazar el amor que Dios quiere regalarnos. Pero sí se trata de que nuestra oración (a lo mejor más por nosotros que por los difuntos) establece un lazo de amor con los que han muerto.

Como señalo, el tema no es bíblico. En el libro de los Macabeos 12,42-46 se manda hacer una oración por los difuntos:

Después recogió dos mil monedas de plata en una colecta y las envió a Jerusalén para que ofreciesen un sacrificio de expiación. Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección. Si no hubiera esperado la resurrección de los caídos, habría sido inútil y ridículo rezar por los muertos. Pero considerando que a los que habían muerto piadosamente les estaba reservado un magnífico premio, la idea es piadosa y santa. Por eso hizo una expiación por los caídos, para que fueran liberados del pecado. (2 Mac 12:43-45)

La idea del segundo libro de los Macabeos, además de reforzar la incipiente fe en la resurrección, pretende destacar la importancia de la oración (y, en este caso, de la oración en el Templo, la "expiación"). Cuando, con el tiempo, el texto fue malentendido, muchos siglos después, por ejemplo, se prestó para la compra y venta de “indulgencias” que, en la historia, fue motivo de gran escándalo, de exageraciones y de rupturas en el seno de la Iglesia.

De todos modos, en la imagen lo que cuenta es la realidad de que quienes murieron aguardan el encuentro pleno y definitivo con el Señor. Quizás, en este sentido, no sea diferente del pedido en la oración “venga a nosotros tu reino”. Dejo para otra ocasión lo de las “almas” a las que se también hace referencia, pero lo cierto es que, aunque no tenga fundamento bíblico, quizás esta oración por “las almas del purgatorio” sea sencillamente una oración para estar en comunión de amor con aquellos y aquellas que murieron y con quienes esperamos el encuentro definitivo junto a Dios, el cielo. 

 

Imagen tomada de https://evangeliumgratiae.com/2018/02/11/la-comunion-de-los-santos/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.