martes, 23 de febrero de 2021

Un tropezón, la caída y la fiesta de pocos

 Un tropezón, la caída y la fiesta de pocos

Eduardo de la Serna



Hace varios años, estábamos con la comunidad en una procesión. Había llovido. Y yo, bromeando, le dije a la gente: “si el cura se resbala y se cae, antes de ayudarlo, pueden reírse, porque si ustedes se resbalan y caen, yo me voy a reír antes de ayudarlos”. Es frecuente que a muchos les cause risa ver a uno que cae. Esto, que no habla demasiado bien de la condición humana (o de algunos, para ser precisos), se potencia en política. No son pocos los que celebran, festejan, alargan y agrandan la caída del otro, especialmente si es un adversario político, especialmente cuando es tratado de enemigo. Tiene aristas comprensibles, no puede negarse, pero en muchas ocasiones, habla más de la bajeza del burlador que de la torpeza del burlado.

La torpeza del Ministro de Salud no debe celebrarse, por más que – casi nadie lo discutiría – haya sido el mejor ministro de Salud en décadas. Y digo “casi nadie” porque lo discutirían los que no dan importancia a que haya un ministerio de Salud, por cierto. Los conocemos. Los hemos padecido. Y todos sabemos qué hubiera pasado en el año que terminó si hubiera estado el macrismo y su “que mueran los que tengan que morir” en el gobierno. Hay hechos o dichos que, lamentablemente, marcan un antes y un después, y lo que se ha llamado “vacunatorio VIP” (tramposamente llamado, digámoslo) no puede pasarse por alto, ni excusarse, ni mirar distraídamente; lamentablemente, el presidente hizo lo debido al pedirle la renuncia. Es verdad que el hecho no es algo “propio” de Argentina: ya se han visto cosas semejantes en Perú, Chile, España, Francia, y en Brasil, con más perversión bolsonarista, añadamos las “vacunas de aire”. Pero tampoco se ha de agrandar el hecho como si todo y en todo fuera trampa. Los nombres que se han publicado no parecen, si excluimos aquellos que es razonable que se hayan vacunado (el ministro de economía, por ejemplo) que sea un número demasiado importante. Es verdad que “uno sólo” ya está mal, pero no es insensato dimensionar el hecho. Porque que uno solo esté mal no significa, ni remotamente, que todo esté mal, como parece querer inocular cierta prensa canalla y cierto sector opositor, no menos canalla. Si un gobierno vacunó primero a los docentes privados antes que a los de la escuela pública, también es discutible, ¿no, Larreta? No es lo mismo, además, informar que “el gobierno difundió la lista de los vacunados en el hospital Posadas” que titular “difundió una lista”, lo que insinúa que hay más… ¿no, Clarín? Y que los países pobres no puedan tener vacunas porque los países ricos las han acaparado, como informa hoy la OMS, es mucho más grave, ¿no, Canadá, EEUU, UE, etc.? Y que estos, todos estos y aquellos, se pretendan presentar como adalides de la verdad, del derecho y la transparencia, no solamente me resulta abominable y grotesco, sino también vomitivo. En lo personal, a ninguno de ellos les reconozco la más mínima autoridad para hablar mirándonos a los ojos.

Es justo que un medio (aun los nefastos) informen de algo que se ha hecho mal, es justo y es bueno que así sea. Pero sería de desear que informen con verdad y justicia (algo que lo que varios carecen absolutamente). Pero, después, cuando se transforma en una operación, lo repudiable aflora. Muestran a Macri diciendo “yo no me vacuné”, ¿cuál sería el mérito, especialmente después que vacunó a 45.000.000 de argentinos? ¡Yo tampoco me vacuné! Estoy anotado y espero mi turno, sencillamente. Cuando me toque, me alegraré, por cierto. Y por ahora me alegra ver que algunos conocidos, docentes, por ejemplo, o adultos mayores, han comenzado a ser citados y vacunados. En lo personal, es eso lo que celebro, no una metida de pata, porque lo que quiero y sueño es vacuna para todas y todos, incluso para los de Cambiemos, aunque la experiencia nos muestre que no han cambiado ni un ápice. Al fin y al cabo, como dice el sabio árabe (Omar Al-Mukhtar): son nuestros adversarios, “no son nuestros maestros”.

 

Foto tomada de https://pxhere.com/es/photo/1118321

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