jueves, 6 de octubre de 2022

Un sacerdocio cristiano

Un sacerdocio cristiano

Eduardo de la Serna


Podemos decir, con bastante seguridad, que no existe religión alguna que no tenga algún tipo de sacerdocio. Por lo tanto, sería de esperar que el cristianismo debiera también tenerlo. Pero ya hemos dicho en otro párrafo, que es algo relativo atribuir al cristianismo la categoría de “religión”. En el mundo antiguo, oriental o no, los y las sacerdotes y sacerdotisas eran frecuentes. E importantes.

Pero vayamos al mundo bíblico. En el Antiguo Testamento - y me refiero a los sacerdotes judíos, no a los de otras religiones, por cierto... por ejemplo, las 7 veces que se habla de un “sacerdote” en el libro del Génesis no se refiere a sacerdotes judíos - en Israel el sacerdocio es “genético”. Sólo pueden serlo los que pertenecen a la tribu de Levi, una de las 12 tribus de Israel. Es decir, un varón nacido en esa tribu es sacerdote, aunque no lo quiera, y uno no nacido en ella, no puede ser sacerdote, aunque lo quiera. Después, dentro de esa tribu, sólo los que pertenecen a la familia de Aarón (“hijos de Sadoc”) pueden acceder al sacerdocio principal, de donde luego vendrá el conocido como “Sumo Sacerdote”. Como el término castellano lo indica, el “sacerdote” es el que está en contacto con lo “sagrado” (lo sacro). En el mundo antiguo, lo sagrado es algo absolutamente intocable sin estar precedido de las debidas purezas y separaciones rituales, por ejemplo. Es frecuente, por ejemplo, que cuando uno no “consagrado” (no sacro) toca cosas sagradas, muera (ver Números 4,15). Sólo el sacerdote (no hay sacerdotisas en Israel) puede entrar en el espacio sagrado, es el “mediador”. Pero, y acá hay algo fundamental, para poder mediar entre Dios y la humanidad necesita “estar en el medio”, es decir, acercarse lo más posible a Dios y separarse de los humanos. Esta separación, ciertamente, será ritual, pero se manifiesta en decenas de actitudes, desde sus ropas, su vida familiar, su vivienda, etc.

Pero vayamos al Nuevo Testamento, porque de “cristianos” hablamos. En griego, sacerdote se hice “hiereus” que viene de “hieros”, lo sagrado; y también aquí se hace referencia a algunos sacerdotes no judíos pero, particularmente, a los sacerdotes de Israel. Sin embargo… ¿y sacerdotes cristianos? En los Evangelios y Hechos se hace mención a los sacerdotes judíos (y una vez a un sacerdote griego, Hch 14,13); en Apocalipsis se hace referencia 3 veces a la Iglesia como “pueblo sacerdotal”, es decir, todo el pueblo lo es (se trata, en realidad de una cita de Éxodo 19,6). El término “sumo sacerdote” en griego es una sola palabra: “arjiereús” (que es el "hiereus”, sacerdote, y que es “arjé”, primero, principal). Este término en los Evangelios se encuentra casi exclusivamente ligado a la persecución y muerte de Jesús ya que son ellos, los "sumos sacerdotes" (y no los demás judíos, como dijimos en otra ocasión) los que han tenido alguna participación en su homicidio. En Hechos de los Apóstoles también están en confrontación evidente contra los y las seguidores/as de Jesús. Estas son todas las ocasiones en que encontramos ambos términos en el Nuevo Testamento si excluimos la carta a los Hebreos. Parece que no hay un sacerdocio "cristiano".

Antes de dar un paso más, señalemos dos elementos importantes: [1] los términos que hoy reconocemos como ligados a lo sacerdotal: epískopos, presbíteros y diákonos, de donde vienen nuestros obispos, presbíteros y diáconos, no tienen, bíblicamente, ningún carácter sacerdotal, es decir, de relación con lo “sagrado”, es decir, de “mediadores”: se trata de los que “vigilan” (episkopein) a la comunidad, los que pueden orientarla, porque son “ancianos” (presbytés) y los que sirven (diakonéô) a los más necesitados (enfermos, pobres, presos) en los tiempos del Nuevo Testamento (esto, por supuesto, con el paso del tiempo ha ido cambiando, pero de lo bíblico estamos hablando). [2] Jesús – como sabemos – pertenece a la tribu de Judá, como David, no a la de Leví; por lo tanto, era laico. ¿Cómo se podría pensar, entonces, en un sacerdocio “cristiano” si ni siquiera Jesús lo era? Es evidente que en su ministerio Jesús nunca realizó ni gestos, ni palabras, ni actitudes “sacerdotales”. ¿Entonces?

Como dijimos, el aporte para poder dar un paso más lo presenta la carta a los Hebreos. Un grupo de cristianos provenientes del judaísmo extrañan el Templo, el culto, los sacrificios… el sacerdocio tan ostentoso, tan magnificente de Israel. El autor de la carta, entonces, quiere mostrarles otro modo de mirar las cosas. Sin duda Jesús no es sacerdote al modo de Israel, pero en la Biblia se hace referencia a otro sacerdocio, el de Melquisedec. El sacerdocio de Jesús, entonces, no es al modo del sacerdocio levítico sino que lo es de un modo nuevo, "según el orden de Melquisedec". Pero, además, tiene otra característica: si el sacerdocio antiguo debía separarse de la humanidad para estar “en el medio” (mediador), siendo Jesús “hijo de Dios”, debe separarse de Dios para “estar en el medio”; así, si el sacerdocio judío debía “separarse de la humanidad”, el sacerdocio de Jesús “se asemeja en todo a la humanidad” (2,17; 4,15). Por eso, lo que lo caracteriza como “sacerdote” (a diferencia de los antiguos) es la “credibilidad y misericordia”. Así, el autor nos brinda una lectura espiritual mostrando un nuevo sacerdocio, y también un nuevo Templo (Jesús entra en la “casa de Dios” en su resurrección), y un diferente “sacrificio”, único y por única vez, su cruz. Lo que “consagra” sacerdote a Jesús, dice, no es un nacimiento (en la tribu de Leví) sino el nuevo nacimiento de la resurrección. Y por eso, por resucitado, ya no muere más. Entonces, si en Israel cuando moría un sumo sacerdote se debía consagrar uno nuevo, no ocurre eso con Jesús ya que, resucitado no muere más (ver Romanos 6,9); por eso es "sacerdote para siempre".

Así, el autor de Hebreos pudo dar un paso nuevo. Si bien Jesús era laico y no tuvo acciones sacerdotales, interpreta espiritualmente su Pascua como una consagración sacerdotal de Jesús. Jesús es sacerdote, entonces; y lo es “para siempre” porque no puede morir. Los discípulos de Jesús entonces, tenemos en Él un sacerdote vivo y único, un mediador permanente.

 

Imagen tomada de https://santabiblia.fandom.com/es/wiki/Sumo_Sacerdote

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.