jueves, 5 de diciembre de 2024

Pedro en los Evangelios (2)

Pedro en los Evangelios (2)

Eduardo de la Serna



Recién comentábamos la figura de Pedro en el nuevo Testamento, y decíamos que la importancia del personaje haría necesaria otra nota. Es importante ahondar, entonces, un poco más en Pedro-Simón-Cefas.

Sabemos que, en el ministerio de Jesús, aunque tuviera un grupo con el que entra en particular intimidad (los Doce), Él tiene una especial preferencia por Pedro, Santiago y Juan (Mc 5,37; 9,2; 13,3; 14,33). Esto no significa que estos fueran los que mejor entendieran a su maestro ya que expresamente se indica todo lo contrario (Mc 8,33; 10,35). Pero eso hace que, especialmente Pedro, en muchas ocasiones sea una voz que habla o pregunta “en nombre” del grupo (Mt 15,15; 17,4.24; 18,21; 26,40; Mc 8,29; 9,5; 10,28; 11,21; Lc 5,8; 8,45; 12,41; 24,12; Jn 6,68; 13,6). Y la respuesta que se le dirige a él también se dice “al grupo”. Pero – como dijimos en el artículo anterior – Pedro ocupa un lugar preponderante que merece ser, aunque sea brevemente, comentado:

En Marcos, como se dijo, es parte del grupo más íntimo de Jesús, lo que no le impide mal-entenderlo. Incluso, aunque esto es propio de Marcos que quiere resaltar la soledad de Jesús en su Pasión, en las tres negaciones aumenta cada una la gravedad hasta el punto de finalmente “jurar e insultar” contra su maestro (14,71). Sin embargo, en el encargo que reciben las mujeres en la tumba se les dice “díganle a Pedro” (16,7), y en él al resto, que vayan a Galilea a reencontrarse con el Resucitado.

En Lucas (y Hechos), el diablo quiere confrontar con Jesús en el momento decisivo (ver 4,13) de la pasión y para eso encuentra en Judas un terreno favorable (22,3), pero, cuando quiere también “usar” a Pedro, se encuentra con la oración de Jesús que se lo impide (22,31). Y aunque sea capaz de negarlo, “volverá” y será responsable de cuidar a sus “hermanos” (22,32). En Hechos – lo dijimos antes – será la cara visible de la comunidad naciente hasta que luego ceda su lugar a Pablo que será el responsable de hacer crecer el Evangelio en nuevos territorios, pero él será – también aquí – el que hable en nombre del grupo, el que sea encarcelado y golpeado en nombre del grupo (él y Juan) y el primero en ver (por revelación divina) la apertura del Evangelio a los no judíos (1,15; 2,14.37.38; 3,1; 4,13; 10,1-48).

En Juan (que como dijimos en ocasiones  usa “Cefas”) también es portavoz de los Doce, es uno de los primeros llamados (1,40-41; en los otros evangelios es “el primero”, sin duda para destacar la importancia (Mc 1,16 / Mt 4,18 / Lc 5,3; del mismo modo que en las listas de discípulos siempre es mencionado primero, ver Mc 3,16; Mt 10,2 / Lc 6,14 / Hch 1,13), y es el que está junto al discípulo amado de Jesús mostrando así la comunión de fe entre la comunidad joánica y las demás comunidades (13,23-24; 20,2-6; 21,7). Jesús, una vez que confirme tres veces que lo “ama”, después de haberlo negado tres veces, le encargará el cuidado de su pueblo (21,15-17).


El Evangelio de Mateo le dedica un lugar muy importante (es aquí donde se encuentra el dicho: “sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, 16,18). Pedro es mostrado frecuentemente junto a Jesús (14,27-32; 17,24-27), sin duda para destacar que es el que garantiza la continuidad cuando ya no esté, aunque, también es cierto que Jesús estará siempre con los suyos en la comunidad (28,20; la “Iglesia”, palabra que en los Evangelios sólo se encuentra en Mateo, ver 18,17). Además de la capacidad de “atar y desatar” (que es de los discípulos, ver 16,19 y 18,18) a Pedro se le añade la referencia a “las llaves”, que alude a una suerte de mayordomo de palacio (Is 22,22), es decir el que permite (o impide) el ingreso al reino. Eso no impide que, a su vez, sea capaz de tentar a Jesús (16,22). La importancia (o la crítica) de Pedro dependerá de su capacidad de escuchar antes la voz de Dios que las voces humanas (16,17.23). De eso se trata ser parte del grupo de Jesús y su reino.

Como se ve, con algunos matices, los Evangelios destacan la importancia de Pedro mostrando que este “amigo de Jesús” supo tener un rostro y un ministerio muy importante para que su comunidad fuera fiel al encargo y a los sueños de su Maestro.


Imagen tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Simón_Pedro#/media/Archivo:Rome_basilica_st_peter_011c.jpg

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