martes, 27 de julio de 2021

Ocasos

 Ocasos

Eduardo de la Serna



Como tantas cosas, el cristal o el lugar desde donde se mira algo puede aportar diferentes miradas o perspectivas. Un ocaso puede ser hermosísimo. En lo personal me fascinan los atardeceres en la pampa argentina.

Pero, desde otra mirada, el ocaso es la ida de la luz, la siesta del sol. Son fascinantes los mitos de muy diferentes culturas, en especial las heliocéntricas, en referencia a los ocasos, el enrojecimiento sanguinolento del horizonte y la oscuridad en la que se despiertan todos los fantasmas y las apariciones o audiciones de sombras o aullidos.

Pero, y acá el tema, con frecuencia se habla del “ocaso de…” en un sentido dramático, y no está mal mirar el tema, aunque sea brevemente. Se refiere, por cierto, a alguien o algo que brilló y entra en una etapa de penumbra. Si lo hiciéramos en clave mito, sería algo normal y mañana todo volvería a empezar (salvo cuando ocurren esos fenómenos desarticulantes que son los eclipses). Y en estos días, he visto que – especialmente en Argentina – se habló del ocaso de…

+ algunos han hablado del ocaso del papado de Francisco. Especialmente después de la operación de colon. No tengo elementos para afirmarlo o negarlo, pero (los años tienen consecuencias en la vida y el cuerpo) se ve que muchos ya empiezan a descorchar espumantes, otros a elaborar el duelo y (¿los más?) a hacer cálculos para ver cómo quedar bien parados con el sol que venga. Este ocaso implica evaluaciones, o balances. Y, nuevamente, será según el cristal con que se mira. Hay quienes han hablado de un papa nefasto, otros del papa de la primavera. En lo personal, como no he visto cambios fundamentales, ambas me parecen exageradas. Pero, lo cierto, hay quienes ya hablan de ocaso del papado.

+ algunos hablan del ocaso de Tinelli, un exitosísimo conductor de TV que marcó las últimas décadas con éxitos resonantes. El criterio, en ocasiones, es el rating, lo cual puede ser bastante limitado. Si se hablara de los contenidos, creatividades, aportes, algunos malvados diríamos que nació “ocaseado”. Es cierto que pareciera que, o se reinventa urgentemente, o mañana – porque la TV no se caracteriza por la humanidad – puede ser reemplazado por cualquiera que aporte lo que a esta la alimenta: ¡dinero!

+ algunos hablan del ocaso de Margarita Stolbizer, una ¿ex? política. En mi apreciación personal, otra “ocaseada”. Una política que siempre fue la nada misma, que buscó cobijarse a las sombras de una psicópata y un juez pistolero. Y desde allí creer que era alguien políticamente trascendente. Ya hace años que, incluso amagó con retirarse, pero parece creer que puede seguir iluminando cuando es evidente que no da ni para “estrella fugaz” en el horizonte político.

+ también se escucha hablar del ocaso de Mauricio Macri. Se ve que todo lo que toca se ha transformado en una suerte de “mancha venenosa”, y cualquier cosa que lleve su sello parece que debe ocultarse (hasta el nombre de la alianza) para poder simular que tienen algo nuevo que proponer. Aunque ni “cambio” parecen querer ofrecer. La sola mención de su nombre (o apellido, hasta para su primo, hasta para su hermano… no el “testaferro”) parece que pretende evitarse, y – para ellos – desear que si hubiera “segundo tiempo”, este será con “cambio” en el equipo (que seguirá con la misma camiseta, obviamente).

Seguramente se podría seguir aludiendo a personajes en el ocaso de su vida, su carrera, sus propuestas, sus imágenes. Y, sin duda alguna, como dije, muchos amamos los atardeceres en la Pampa. Claro que el ocaso de Macri no significa el ocaso del macrismo (ya dijo Leopoldo Moreau que Rodríguez Larreta es igual que Macri solo que se despierta más temprano). En lo personal sueño con una primavera eclesiástica, que no veo que Francisco haya llevado a cabo. No me interesa en lo más mínimo los ocasos de Tinelli y Stolbizer, y sueño, espero, celebraré el ocaso definitivo del neoliberalismo. Simplemente porque deseo fervientemente que para nuestro pueblo “salga el sol”.

 

Foto personal de San Miguel del Monte, febrero 2021

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