Un gobierno de ricos para ricos

Un gobierno de ricos y para ricos. ¡Y sin derrame!

Eduardo de la Serna

Es conocido el famoso axioma de que determinado funcionario, ya que es rico no va a robar, porque –supuestamente- no necesita hacerlo. Es curioso que este “dicho” se afirme taxativamente de uno, mientras se niegue de otra que es rica y además “se robó todo”.

Puede decirse sencillamente que el refrán contradice el otro axioma de que “la plata llama a la plata”, o la simple observación de la condición humana.

Podríamos citar el sabio libro del Qohelet: “Quien ama el dinero, no se harta de él, y para quien ama riquezas, no bastas ganancias. También esto es vanidad” (Qo 5,9). Cosas semejantes dicen algunos profetas preexílicos como Amós (8,4-6) o Miqueas (3,11) y Jesús al hablar del dinero como un ídolo (Lc 16,9-13) hasta el punto que un discípulo de Pablo dice que el amor al dinero es “idolatría” (Col 3,5) y otro afirma que es “la raíz de todos los males” (1 Tim 6,10). Quizás la mejor síntesis de todo esto se encuentre en un texto de San Jerónimo: "a mí me parece mucha verdad aquel dicho generalizado: ‘todo rico es ladrón, o heredero de ladrón’…" (carta 120, a Hedibia #1; Epistolario vol. 2, Madrid 1995, pag.415).

Además, por cierto que podría hacerse alusión a hechos concretos como los Papeles de Panamá, las cuentas en Bahamas, la condonación de deuda del correo o de Avianca, el favorecer sistemáticamente a sus empresas o las de sus amigos. Pero el dicho dogmático ha sentenciado que “no roba”, y ante muchos el imaginario es que “no roba”.

Otro dicho curioso, siempre en relación con el dinero (el poderoso caballero, al decir de Francisco de Quevedo), es afirmar que “los curas en opción por los pobres son kirchneristas (no es verdad, aunque los haya) porque Cristina les da plata”. Este vulgar remedo de que “todo hombre tiene su precio”, atribuido al político francés del siglo XVIII, Joseph Fouché, habla más del que (o la que) lo pronuncia. Y dice que él (o ella) lo haría. Es cierto que en todos los tiempos curas o grupos han presentado y presentan proyectos que benefician un determinado colectivo (cooperativas, viviendas, comedores, salud), pero –por ejemplo- no conozco ningún cura que haya recibido $ 9.000.000 al contado y “cash” por extraños y no muy pensados proyectos como el que un cura conocido recibió del actual ministerio de Acción social. En lo que a mí respecta, jamás recibí ni un peso personal ni por proyectos del gobierno anterior, ni del presente. Mis opciones o mis críticas no tienen nada que ver con dinero. Tienen que ver con la convicción de que determinado proyecto de gobierno beneficia o perjudica a los pobres. Pero la despectiva imagen de que los pobres van a actos por choripanes, o algo de dinero y no por convicciones como las que sí tendrían los oficialistas actuales se traslada también a los curas. “Van” porque les pagan. Y no se discute, el imaginario manda.

Lo mismo resulta de otros temas: Milagro Sala es chorra. Listo. El dogma se ha pronunciado. No importa si un comité de las Naciones Unidas, si Amnesty International o la comisión Interamericana de Derechos Humanos ha hablado claro, el imaginario jujeño ha pontificado que es chorra. Y tampoco se discute. No importa si la Tupac Amaru hizo casas, cooperativas, escuelas, centros de salud, piletas… esas que todos podían utilizar y hoy no puede usar nadie porque están vacías para deteriorarse o quebrarse.

Es muy difícil romper estereotipos y dogmas, especialmente cuando no hay una pregunta sobre la veracidad o no, cuando hay una inveterada reacción (o desprecio al pobre, a los proyectos, cuando un visceral “anti-pueblismo” hace imposible el diálogo). Y –curiosamente (o no)- cuando muchos de estos “anti” nacen de sectores de la vida religiosa.

Que sirva, al menos, para los que se formulan preguntas… el actual gobierno de Argentina es genocida, de un “genocidio por goteo”, empobrecedor, endeudador serial, desocupador, corrupto como nunca lo hemos experimentado, mentiroso, cooptador de políticos y jueces que temen el chantaje de “algún muerto en el closet”, un gobierno de ricos y para ricos, que ha sumido en la desocupación a cientos de miles de argentinos desde que está en el poder, ha endeudado el país como ni siquiera la dictadura lo había hecho, que ha incrementado la pobreza y la miseria de un modo atroz, y que miente –sobre todo, ¡miente!- con el apoyo de los Medios de comunicación y un Poder Judicial corrupto o cobarde. Muchos creemos que este gobierno es el peor que hemos tenido desde la dictadura hasta nuestros días. Y lo creemos porque amamos a los pobres, no porque nadie nos haya dado nada, como afirma el ladrón para quien todos son de su condición. Ojalá afuera (y adentro) esto sea cada vez más conocido, aunque la prensa siga hablando de nimiedades o en campañas feroces contra todo lo que huela al gobierno pasado. Como voces que gritamos en el desierto, muchos tenemos otra voz para pronunciar y mostrar. Y ¡gratuitamente!

Dibujo tomado de http://apocalipticus.over-blog.es/article-tecnicos-de-hacienda-advierten-de-que-las-clases-medias-pagaran-la-reforma-fiscal-del-gobierno-para-123972655.html