Carta abierta al (todavía) presidente Mauricio Macri
Señor presidente:
Debo confesar que por varios
motivos me cuesta bastante escribir esta carta.
Primero: porque es justo y
cristiano hacerla con respeto, aunque usted nos lo falte a cada instante. Pero,
como dice el dicho (creo que sufí) “son nuestros enemigos, no nuestros maestros”.
Y realmente me cuesta mucho manifestarlo. Espero lograrlo.
Segundo: porque dudo que usted
entienda. Sinceramente, me parece muy preocupante verlo cada vez más alejado de
la realidad. No sólo de la realidad que vive y padecen los pobres, sino del tiempo
y espacio. Y no me refiero a que un 25 de mayo sea para usted “el día de la
bandera” o que un martes sea lunes, sino a que un viernes diga una cosa, el
domingo otra, el lunes otra y el martes la contraria. No es su sueño el
problema, sino los que les han robado a los argentinos. A lo mejor vivir casado
con el márquetin tiene estas consecuencias.
Tercero: dudo que sepa usted
leer (me refiero a los miles de tropiezos que ha manifestado cada vez que tiene
el difícil y engorroso trabajo de pelear con una hoja y media. Nunca, que yo lo
recuerde, lo logró airosamente). Y, por tanto, no tiene sentido escribir una
carta que no será leída, ¿no le parece? Pero me parece sensato decirlo, a lo
mejor… quién sabe…
Simplemente me quiero referir
a que usted dijo, según informaba el kirchnerista diario Clarín el 28/9/2016
que "Estamos pensando en cómo
generar trabajo para más argentinos. Este es el
punto de partida sobre el cual quiero y acepto ser evaluado como presidente y
como Gobierno". La pobreza es – según usted dijo – el criterio
de evaluación. Permítame, entonces, que le señale que usted ha fracasado
estruendosamente. Su gobierno es un fiasco. Puede juntar unos miles de
caceroleros de teflón saludándolo (¿despidiéndolo?), convocados por un actor
que no fue a la marcha, sino que la siguió por TV (“haz lo que yo digo, no lo que yo hago”), pero la pobreza crece, la
desocupación también. Y el descrédito de su gobierno (el suyo propio) ¡también!
Se me ocurren decenas de cosas
para decirle, pero, como dije, no servirán o no serían cristianas decir, sólo
quisiera señalar una. Una sola. ¡Sea buen perdedor! Y déjenos que lo recordemos
al menos por una buena: se fue con la serenidad de los buenos perdedores. Un
nene caprichoso rompe todo antes de irse; un mal perdedor da un portazo, un
oligarquita tira del mantel para que todo caiga: “si no es mío, no es de nadie”. Usted puede hacerlo (es más,
sospecho que ya lo está haciendo), o – por el contrario – puede decir “no supe”,
“no pude” (o “no quise”, aunque no necesitamos tanta sinceridad, de la que lo
creo incapaz), “pero no quiero que los pobres sufran más todavía”, así que haga
la plancha (que de ese modo puede llegar al otro lado del río, es decir “a
Punta del Este”, allí Mirtha y Susana lo esperan), no haga nada (algo que sería
más propio de su historia) y deje que todo transcurra con normalidad hasta
entregar el poder el 10 de diciembre. Será recordado como el peor presidente de
la historia democrática argentina, pero como la historia no es lo suyo no se preocupará;
volverán los personajes importantes a los billetes y usted no estará, pero
usted prefiere los animalitos; en los barrios se contarán chistes y anécdotas
sobre usted, incluso grotescas, pero como no los pisa no las escuchará y seguirá allá, en Úbeda.
Mire,
le estoy dando un consejo, y es gratis, no quiero nada a cambio (claro que esto
le costará comprenderlo; no está en el ADN neoliberal la gratuidad y no querer
nada a cambio… pero sí en el del Evangelio), sea buen perdedor y le aseguro que
– al menos en eso – será recordado positivamente. Si no lo hiciere, además de
Dios y la Patria, millones de pobres se lo demandarán… millones (unos 5.000.000
más que cuando usted asumió) y por lo que les y nos pidió evaluarlo. Eso
hicieron. Eso hicimos. Y por eso mismo también será evaluado el gobierno que
asuma en diciembre, claro que este sí tendrá, de verdad, una “pesada herencia”.
Foto tomada de https://www.eldiariodelarepublica.com/nota/2018-9-9-8-16-0-un-estrepitoso-fracaso-del-gobierno-nacional
Espectacular texto (sacaría lo de "cristiano" o "evangelio" ,ya que lo cortez, lo respetuoso , etc. ,,no es patrimonio religioso ni menos del cristianismo) cae mal a los q somos ateos o de otras creencias.
ResponderBorrarPero muchas gracias x expresar tan bien lo q millones sentimos .
Nadie dice que lo cortés y respetuoso sea monopolio de lo cristiano, pero soy yo el que escribo, y escribo como cristiano. No me parece muy lógico que a alguien que entre al blog de un cura le caiga mal que hable como cristiano, ¿no? Creo que es algo que habría que esperar... es más, me llamaría la atención si no lo hiciera. Insisto, el Evangelio me invita a vivir de una manera y obrar en consecuencia. Y así trato de escribir y obrar. Si otros también lo hacen, cristianos o no, nos encontraremos en ese camino. Abrazo.
BorrarQuerido Eduardo, muchas gracias por tus palabras. La mayoría de las veces el poder quita el Don de la Humildad a las personas. Lo hemos padecido desde siempre los argentinos. Mi abrazo fraterno hermano.
ResponderBorrarLuis A. Capomasi
@dealgunamanera
su carta abierta representa fielmente mi pensamiento y acción para estos delincuentes que están Gobernando por culpa de una casta de oligarcas asesinos silenciosos...
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