“Buscate un laburo honesto”
Eduardo de la Serna
Con esta frase, ciertamente crítica, se dirigió Pappo a un D.J. en un programa de T.V. [Pappo era un muy conocido guitarrista argentino]. Lo que él sostenía era que estudiar y tocar la guitarra era una expresión musical, mientras que lo que hacía el otro era “pasar música”, lo que no era una expresión artística.
Ayer, en la Argentina, otro D.J. fue noticia. Pasó música en alto volumen y unos cuantos vecinos salieron a la calle a bailar. En plena cuarentena. “Yo no los incité a salir”, repitió. Y me permito un ejemplo semejante. Después de algunas muertes a causa de bengalas en espectáculos musicales (Cromagnon es el ejemplo principal, sin duda; lamentablemente no el único porque tropezar en la misma piedra es una costumbre inveterada de la especie humana). Pues bien, en enero de 2015 el grupo La Renga interrumpió su recital cuando un bobo encendió una bengala y no lo continuó hasta que no la apagara. Ellos “no lo incitaron”, pero eran parte. Como el D.J. de la Recoleta. Es decir: si él quiere pasar música, pues que lo haga (por suerte no vivo cerca), pero en cuanto la gente sale a la calle – porque si sale a los balcones es otra cosa, por cierto – bien puede apagarla hasta que entren en sus costosos edificios. Pero no, siguió pasando la música. Esa que no siempre amansa a las fieras. Al menos en este caso hace aflorar la estupidez. La de esos que se creen vivos, impunes e inmunes, rebeldes. Y si mañana se contagiaran, la culpa sin ninguna duda será de Dios y de Alberto.
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