Más vale prevenir…
Eduardo de la Serna
Cuando decimos “prevenir”
solemos decir una buena palabra. Para prevenir una enfermedad nos vacunamos.
Para prevenir un robo cerramos la puerta. Para prevenir que se moje, sacamos la
ropa si puede llover. Ser “previsor” es un acto de sensatez. “Más vale prevenir
que curar”, se dice.
Pero en tiempos posverdaderos
en los que muchos creen lo que eligen creer, muchas buenas palabras son
utilizadas para enmascarar las malas palabras: se habla de sinceramiento (¡qué
maravilla eso de ser sinceros!) para no decir aumento de precios. Se dice
reacomodamiento para no decir ajuste. Se dice “cuidar a los que nos cuidan”
para no decir impunidad, u orden para no decir represión. En estos tiempos, ya
el genocida George W., habló de “guerra preventiva”. Es decir, matamos,
bombardeamos, masacramos, aniquilamos (y de paso nos quedamos con su petróleo)
a los potencialmente perversos iraquíes. La guerra preventiva parece casi buena,
como si una guerra pudiera serlo. En la dictadura, la tortura era preventiva, a
fin de que el supuesto terrorista cantara donde había una bomba antes que
explotara. No importa si en toda la dictadura jamás se desactivó ni una sola
bomba. Pues bien, como de ser prevenidos y previsores se trata, ahora la buena
palabra se dedica al “Fondo Monetario Internacional". "Frente a esta nueva situación, y de manera
preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el FMI, para que nos otorgue
una línea de apoyo financiero", dijo el CEO presidencial. Es – lo dijo
– para prevenir la necesidad de financiamiento externo que es una suerte de
sino del país. No se puede otra cosa, repitió el que ayer nos cantaba y bailaba
al ritmo de “sí, ¡se puede!”
Muchísimos programas y redes
sociales resaltaron la evidente comparación con el discurso de Fernando De la Rua
anunciando el blindaje financiero. Nuevamente nos vacunan para prevenir
desastres que ellos mismos engendran. ¡Qué previsor el presidente! Como cuando
sus amigos y mandantes compraron dólar futuro en el gobierno anterior, de puro
previsores nomás. Para prevenir. Obvio. Y tan, pero tan prevenidos son que la
mayoría – el presidente inclusive – tienen gran parte de su dinero en dólares y
en el exterior.
Que me disculpe don Mauricio,
pero hay riesgos que quisiera correr. Para empezar, los corrí no votándolo. Los
sigo corriendo rechazando cada medida, cada palabra, cada gesto que usted hace;
usted y sus cómplices. Y los seguiré corriendo estando con la palabra y los
gestos, en la medida de mis posibilidades, del otro lado de esta grieta de hambre,
impunidad, corrupción y genocidio que usted(es) nos imponen. Sé que esto no
durará mucho más, y espero que la historia me encuentre del otro lado. Y, si se
me permitiera soñar, ¡no podrá imaginar la cantidad de funcionarios,
empresarios y miembros del poder judicial que imagino en un mañana cercano tras
las rejas! Mañana ingenuo e iluso, ¡no lo dude! Pero soñar, al menos por ahora,
no cuesta nada.
Dibujo tomado de https://www.listindiario.com/economia/2017/02/02/452604/requerira-el-pais-firmar-con-el-fmi
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