jueves, 25 de marzo de 2021

¿Seré intolerante?

 ¿Seré intolerante?

Eduardo de la Serna



Puesto que “a esta altura del partido” nadie que me conozca un poco podrá decir que elijo no informarme y no estoy conectado con la realidad, quiero hacer un breve comentario…


Pobre la persona de un solo libro” se decía, con notable sensatez. Por eso, cuando elijo informarme, trato de ver las diferentes fuentes, porque una sola, aunque fuera honesta, inteligente y la crea una buena persona, sería necesariamente parcial. Pero, además, a la hora de informarme, elijo la lectura, no los medios audiovisuales. Porque puedo leer y releer, ir y volver, y – a veces – leer entre líneas. Confrontar y contrastar. Y si veo que sobre un tema el medio “A” dice Z, veo qué dice sobre el mismo tema el medio “B”. Y saco mi propia conclusión, la cual será, obviamente, también parcial. Eso me lo permite la lectura, no los otros medios. Esto no quita que yo me sienta más cerca o amigable con “B” que con “A”, aunque, no siempre ocurre con todos los temas. Claro que las modernas tecnologías permiten, a su vez, ver pequeños videos al leer una noticia, lo que a su vez enriquece, porque amplía el horizonte.


Con lo cual estoy señalando que no escucho ni veo ni a Victor Hugo ni a Lanata, ni a Sylvestre ni a Novaresio, ni a Tomás Méndez ni a Wiñaski, y así… Obviamente eso no significa más que “no los veo/escucho”, no que no me interesen, porque es evidente que a algunos los respeto, o sus opiniones me interesan (en algunos temas, no en todos), mientras que otros me generan un profundo desprecio. Y acá el tema…


Cuando lo que (yo interpreto, al menos) veo, es más interés por el show que por el contenido, ya me provoca desagrado, y directamente me corro. Cuando veo (o interpreto) una notable falta de respeto por mi inteligencia, también me corro. Y cuando veo intolerancia narcisista, también. Que Cristina corra un micrófono y uno lo interprete como un mensaje contra Alberto me resulta casi vomitivo. O me invita a tomarlo como de quien viene. Que ante un programa periodístico una conocida actriz ponga en su twitter “ZZZ” (y luego lo borre) y el dolorido y conspicuo periodista hable de su intolerancia, me resulta intolerante de su parte. Porque a lo mejor deba aceptar que por más buen reportero que sea (según algunos dicen, no me consta) puede resultar soporífero. Como no lo veo/oigo no lo sé, pero a lo mejor las “Z” agreden su ego. Eso pareciera, al leer la noticia. Imagino que, en algunos casos o medios, se pueden poner muchas “K”, pero ninguna “Z”. O, quizás, de mal pensado (o de muy leído), el problema no sean las Z ni el micrófono, sino donde está parado (o dónde elige caminar), cada uno y cada una, y – en ese caso – el problema no es el contenido sino el emisor o emisora.


No voy a opinar, por tanto, ni del escandalizado por el cambio del micrófono, ni de lo soporífero de un programa, ni de las alusiones machirulas de un ex periodista. Sé quiénes me caen bien, quiénes no (lo que tampoco significa que comparta todas, o muchas o algunas de sus ideas), y me tomo el derecho de no ver esos programas. Espero que no se molesten.


Imagen tomada de https://es.wikiquote.org/wiki/Medios_de_comunicaci%C3%B3n

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