jueves, 1 de abril de 2021

Breve resumen de la Semana Santa

 Breve resumen de la Semana Santa

Eduardo de la Serna



La liturgia, un poco forzadamente, celebra en el Triduo Pascual, una serie de acontecimientos centrales de la fe cristiana. Digo “forzadamente” porque se mezclan los textos de los diferentes evangelios (algo muy cuestionado por las ciencias bíblicas) y ubicando en un par de días acontecimientos seguramente un poco más dispares. Pero sin duda con una profunda concentración de fe. Veamos brevemente:

Jueves Santo: La liturgia conmemora, especialmente la Ultima Cena de Jesús con los suyos. Y acá hay varios temas: Los evangelios sinópticos presentan en esa cena la comida pascual; comida de familia, que Jesús comparte con sus discípulos por ser estos la nueva familia del reino. La liturgia pascual de entonces no parece muy diferente que como celebran todavía hoy los judíos la hagada de pésaj. Sin embargo, todo gira en torno a un cordero que, ni los judíos comen hoy ni los cristianos en la cena-eucaristía. Con profundo valor simbólico de los diferentes pasos, los judíos, además, añaden todavía hoy nuevos elementos a la hagada y varían según el origen de sus memorias familiares. La liturgia cristiana conmemora, en ese contexto, la celebración de la eucaristía. Es muy probable que, durante mucho tiempo, en las conmemoraciones, sólo se compartiera el pan (el vino era muy caro); y viendo la praxis de Jesús, es muy probable que también hubiera habido mujeres en su grupo, del mismo modo que tenía discípulas. En ese contexto, la liturgia pega un salto al Evangelio de Juan y conmemora el lavatorio de los pies y la “entrega” del mandamiento del amor, como modo de perdurar Jesús presente entre los suyos: “donde dos o más se amen”; un amor sin límites (y que, para ser ilimitado, debe empezar bien por abajo, por eso el modelo es el del esclavo, que era quien lavaba los pies). Puesto que Jesús interpretó esta cena (según los Sinópticos) como signo de su cuerpo partido y su sangre derramada (aunque los Sinópticos no coinciden entre sí en varios elementos), la Iglesia quiso repetirlo en su memoria, y se insiste “hagan esto en memoria mía”. Una lectura juridicista y fundamentalista interpretó luego que aquí Jesús “instituye” el ministerio ordenado; por eso se conmemora la celebración Crismal, donde los varones ordenados renuevan el sentido de su ministerio al servicio del Evangelio del Reino y del pueblo de Dios, especialmente a los pobres.

Viernes Santo: es interesante notar que, según el esquema judío, la cena de Jesús no fue el jueves, sino el viernes (el nuevo día comienza al caer el sol), y ese mismo día (algunos estudiosos discuten que todo haya ocurrido el mismo día), él será juzgado y condenado. Algunos de los principales (sumo sacerdote y alguno más) seguramente vieron que un rebelde del norte les cuestionaba su autoridad, y – aprovechando la complicidad entre él/ellos y el procurador, de relaciones siempre tensas, pero siempre aprovechadas – lograron la condena en la cruz de alguien que el poder político sin duda veía con muy malos ojos. Jesús podía haber relativizado su mensaje (por ejemplo, ‘puede ser que seamos hermanos, pero ustedes mandan’; o ‘no hay que exagerar eso del evangelio’ (como Juan Pablo II le dijo a monseñor Romero, por cierto), ‘hermanos de los cobradores de impuestos no aplica’… podría haberlo dicho, pero hubiera atentado contra el mensaje del reino, contra el Dios del reino, las hermanas y hermanos del reino. No lo hizo. Y le costó la cruz. No está de más eliminar algunos eslóganes falsos que hemos arrastrado: “A Jesús lo mataron porque decía que era el hijo de Dios”, “lo mataron los judíos”, “el sacrificio de Jesús…”, etc. Lo cierto es que no fue un sacrificio, sino que fue asesinado “bajo el poder de Poncio Pilatos” con la anuencia seguramente de un par de autoridades máximas de los judíos. Y lo que resalta, en todo esto, es la fidelidad de Jesús hasta el extremo de la muerte, “y muerte de cruz”.

Si bien es cierto que habitualmente los crucificados eran sepultados en fosa común, por algún motivo, José de Arimatea ofreció una tumba para que fuera sepultado. Quizás por estar casi llegando la pascua (el mismo motivo por el que les quiebran las piernas a los otros crucificados).

Domingo de Pascua (madrugada). Era habitual que grupos de mujeres fueran a las tumbas a llorar y lamentarse por los muertos. Y no era infrecuente alguna escena vehemente en casos de muertes violentas. Aquí los relatos se confunden. Por una parte, pareciera haber una tumba vacía (de hecho, se defienden de la acusación de robo del cadáver), pero también algunos pocos afirman haber tenido una experiencia de encuentro con Jesús. Ciertamente no sabemos en qué ni cómo, pero lo claro es que esos pocos y pocas empezaron a afirmar que estaba vivo. No es extraño, por ejemplo, que esas mujeres que fueron a lamentarse y cuestionar a los asesinos, volvieran eufóricas luego de una experiencia existencial, y la anunciaran a quien quisiera oírlo (el rol de algunas mujeres, especialmente María Magdalena en los anuncios de la resurrección, sin duda es principalísimo); y lo mismo hicieron aquellos y aquellas que tuvieron una experiencia profunda de la vida nueva de Jesús. A esta la llamaron resurrección (= despertar, levantarse). Y a partir de esto, todo cambió, y todo comenzó con nuevo color.

Esto es lo que celebramos. Nada menos.

 

Dibujo tomado de https://sites.google.com/site/semanasanta201/-en-que-consiste-la-semana-santa

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