sábado, 3 de abril de 2021

El descanso solidario de un sábado

 El descanso solidario de un sábado


Eduardo de la Serna



Concretada la muerte de Jesús, planeada y deseada por sus asesinos, su cuerpo fue sepultado. No sabemos con precisión demasiado. Era habitual que, para hacer más patente la humillación del criminal avergonzado, sus cuerpos quedaran expuestos en la cruz para que perros y aves de rapiña dieran cuenta de los cuerpos. Estos, finalmente, eran depositados en fosas comunes. No nos consta que así se hiciera también en Israel dada la peculiaridad de este pueblo, especialmente siendo vísperas de Pascua. Los Evangelios nos informan que un hasta ahora (y después) desconocido para nosotros, José de Arimatea, prestó su tumba para sepultar allí a Jesús. Nada sabemos de los otros crucificados, pero la ruptura de los pies, mencionada por Juan, invita a pensar que, al menos por Pascua, los cadáveres insepultos eran algo intolerable y, quizás, “negociado” con los romanos para garantizar la “pax” en momentos de mucha aglomeración de gente por la celebración pascual. Lo cierto es que Jesús fue sepultado, aparentemente con prisa porque el sábado de pascua estaba al caer (por eso se nos informa que no fue untado con bálsamos, cosa que intentarán las mujeres pasada la fiesta).


Jesús ha muerto. La muerte ha triunfado. Jesús duerme. Dormir es descansar, algo propio del shabbat (en hebreo sábado, descanso y “siete/séptimo” tienen la misma raíz: shb--). Pero no se espera que Dios muera (ciertamente los evangelios no se formulan esta pregunta que sí se hace la teología posterior). Pero para la Biblia hebrea, el shabbat es creador. El descanso de Dios al crear, en la primera página de la Biblia, también es parte de su obra creadora. Es como la semilla sembrada, a la que Jesús alude en más de una ocasión: un día se ve el brote, pero antes, la vida seguía su proceso hasta el momento de “ver la luz”.


Al morir, Jesús se hace solidario con todos los muertos de la historia; eso es lo que se dice al hablar de que “descendió a los infiernos”. Fue al lugar del descanso, donde duermen los y las muertas, al sheol. Fue, para que su descanso creador fuera también, por su solidaridad, descanso reparador para los y las dormidas; para que todas las personas de todos los tiempos sepan que pueden despertar creadoramente de su shabbat. Jesús duerme, pero muy pronto la vida nueva está por despuntar. Para todas, todos y todes.

 

Foto tomada de https://magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/ver-crecer-a-judia-tierra-no-creas-flipante-que-vas-a-ver-hoy

 

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