sábado, 30 de junio de 2018

Fin del mundial. Fin de una tapadera


Fin del mundial. Fin de una tapadera


Eduardo de la Serna



Como a alguien que le gusta mucho el fútbol, por cierto, me interesó el mundial. Pero quiero señalar algunos aspectos sobre esto…

Los que me conocen saben que lo que digo es cierto:

Soy de Boca Juniors, y he detestado a Menotti, y quería que Boca pierda para que se fuera de una vez (y la dirigencia “lo metió” dos veces como técnico y las dos se fue fracasando estruendosamente).

Me indigna el exitismo del periodismo y de buena parte de la población que contra Islandia éramos muy malos, contra Croacia los peores del mundo, contra Nigeria ya estábamos en la final y éramos firmes candidatos y contra Francia nunca, en todo el campeonato, encontramos el equipo.

Obviamente al hablar de una selección las cosas cambian, pero nunca lo quise a Messi. Puede jugar muy bien en el Barça, pero para Argentina creo que nunca aportó nada. Cuando aparece el equipo, él desaparece. Y si no ponen a los que él quiere, no juega (como se notó en Argentina-Croacia), tanto que el técnico debió – en el partido siguiente - “pedirle permiso” para poner un jugador en la mitad del partido. Pero lo que me molesta (más allá de mis gustos o disgustos deportivos) es que toda la prensa (y siempre he sostenido que hablar de “periodismo deportivo” es un oxímoron) sólo habla de él. Todas las tapas de los periódicos, la foto de la derrota son fotos de Messi, hasta un periódico afirma que “Francia deja a Messi (sic) sin mundial”. ¡Creía que se trataba de un deporte de equipo! Y creo que un jugador es un gran jugador cuando hace jugar al equipo… Y no entro en la mención de Messi en los Panamá Papers, y las semejanzas con el presidente que responsabiliza a su papá y demás cosas de esas “cositas”.

Lo que quiero pensar es que un triunfo argentino hubiera sido aprovechado por el gobierno. Ya hemos visto las cosas que se “colaron” en medio de los partidos: desde la “letra chica” del acuerdo con el FMI, el índice de desocupación, o los trabajadores echados de TELAM. Todo eso hubiera ocurrido de todos modos, pero todo eso fue tapado o disimulado en medio del mundial. Y – en lo personal – no quiero que nada sea tapado y todo esté a la vista. ¡Que la perversión macrista sea evidente!

Soy de los varios que creen que, si Brasil ganaba el mundial en su casa, todavía Dilma sería presidenta. Tanto importa el fútbol en nuestros países. Como creo que el mentiroso mundial 78 (Menotti mediante) sirvió a la Dictadura para “tirar” un año más (luego la casi “guerra con Chile”, luego Malvinas… le permitieron llegar hasta el 83; "poderoso caballero" es el nacionalismo). Por todo eso debo confesar que, peleando conmigo mismo y con mis sentimientos deseaba que Argentina perdiera (más allá de Sampaoli, discípulo de Bielsa, lo cual es para mi también algo lamentable). No pretendo que nadie comparta mis opiniones, ni mis gustos o disgustos deportivos; al fin y al cabo, son opiniones y opciones. Pero sí celebro que el gobierno tenga una excusa menos para disimular tanta perversión. Al menos eso.


Imagen tomada de https://www.fayerwayer.com/2018/05/siete-aplicaciones-mundial-de-rusia-2018/

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