jueves, 25 de septiembre de 2025

Eran tres personas

Eran tres personas

Eduardo de la Serna



Hay engendros humanos, carroñeros ellos, que no pierden la ocasión de mostrar su laya cada vez que la muerte trágica se enseñorea en nuestras calles.

Podríamos hacer una lista reciente. Innecesario hacerla.

No pretendo entrar en el análisis del hecho – no me he metido demasiado en el tema – de las tres chicas asesinadas y cuyos cuerpos fueron encontrados en Florencio Varela. Espero que la justicia exista, y que todas y todos (¡todos!) los responsables sean detenidos, juzgados y condenados. Pero me parece oportuno – colateralmente a esto – mirar la carroña que se aprovecha de esto. Y, lo repito, creo que es indispensable distinguir el hecho atroz, con todas sus ramificaciones de la comunicación del mismo, con toda su miseria. Obviamente, políticos y comunicadores sociales (que alguna vez fueron llamados periodistas) ocupan el primer lugar en esta caterva. Tirar un cadáver o su olor putrefacto para aquí, revolearlo para allá sólo muestra el estiércol mental constitutivo de estos sujetos (y sujetas). No basta con decirles y repetirnos que se trata de tres seres humanos, personas (y, además, mujeres y jóvenes). Que esto o que aquello, dirán, como si fuera importante. Lo que importa es poder ensuciar y enchastrar “al otro lado”. ¡Asco! Usar el dolor y la muerte para “tirar agua para mi molino” solo revela la insignificante estatura moral de algunas y algunos; quizás les sea eficaz (imagino que en orden a eso lo hacen); eso no lo transforma en justo. Pero eso no les importa. El poder judicial debería poder avanzar, investigar y hacer justicia (lo que en Argentina sería casi un oxímoron), pero aprovechar la sangre caliente (y, por lo que se dice, los gritos espeluznantes de las chicas torturadas transmitidos en directo) debería urgentemente señalar un límite. Pero, lamentablemente, desde ya hace demasiado tiempo, sabemos que los que tienen y determinan “la palabra” corrieron los mojones y establecieron ellos mismos los límites a su antojo y conveniencia…

Tres personas, chicas jóvenes fueron secuestradas, torturadas, asesinadas, descuartizadas… Hay indicios que invitan a mirar para cierto lado (y no me refiero a “lado geográfico”, sino criminal). La policía o el poder judicial tienen jurisdicciones, el crimen ¡no! Los micrófonos, ¡tampoco! Triste miseria pseudo-humana la que se aprovecha de esto en su favor (y no menos triste la de quienes aplauden o quienes repiten acrítica y huecamente las bazofias propaladas). Lamentablemente, hace ya bastante tiempo que nos vamos habituando a esta necro política y necro periodismo. Todo lo que es humano les es ajeno. ¡Tristeza!

 

Foto pública de las cámaras de seguridad

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.