Henoc, uno misterioso
Eduardo de la Serna
En las primeras páginas de la
Biblia encontramos un extraño personaje llamado Henoc. Lo encontramos en dos
listas distintas en Génesis 4 y en Génesis 5. Seguramente los autores tomaron
fuentes diferentes, pero no dejaron de mencionarlo porque resultaba
significativo. En la primera lista, figura como hijo de Caín, y es el nombre
que este le da a la ciudad que estaba construyendo en homenaje a su primogénito
(4,17). En la segunda se hacen menciones a genealogías con edades insólitas
(rondan los 900 años cada uno) y Henoc, hijo de Yéred, y padre del famoso
Matusalén, vive “solamente” 365 años (número evidentemente simbólico – y de
plenitud – ya que representa un año en el calendario solar; 5,21-23).
Veamos brevemente: en la
primera lista, se van mencionando los surgimientos de los principales aspectos
culturales: Abel es pastor y Caín labrador (4,2), Yabal es el “padre” de los
que viven en tiendas y crían ganado (4,20), Yubal de los músicos (4,21), Túbal
Caín de los herreros (4,22) … es decir, más allá de los nombres, lo que importa
en un primer momento es en surgimiento de la cultura y la civilización. Así se
entiende que Caín-Henoc sea el primer constructor de ciudades. La segunda genealogía,
en cambio, pretende ser continuada y presenta un esquema bastante fácil de ver:
«Fulano tenía X años cuando engendró a Mengano. Vivió Y años y engendró hijos e
hijas. El total de los años de Fulano fue de Z años y murió…». En este caso no
interesa lo cultural sino lo genealógico para establecer una larga lista (de
largos años) entre Adán y Noé. Luego de Noé, el diluvio y el nuevo
asentamiento, el texto bíblico presentará una nueva genealogía (11,10-26)
aunque ahora – porque la maldad va creciendo – los promedios de vida van de 400
años en descenso; Téraj, el papá de Abram, no llega a los 150 años [es importante
insistir que la Biblia no nos está diciendo que esto haya sido de esta manera,
sino que a medida que aumenta el pecado en la humanidad, la vida va
disminuyendo; el Salmo 90,10 va a
decir que se llega a vivir 70 años, y 80 si uno es muy robusto]).
Sin duda algo importante va a
destacar este autor en Henoc al señalar que “solo” vive 365 años, como decimos un
número de plenitud (como también Lamec, que vivirá 777, por la importancia
bíblica del número 7, [5,31]). El nombre pasa, luego, a ser habitual y hay
varios que lo llevan en la Biblia. Significa “dedicado” (hay una gran fiesta
judía “hanukka”, que es de la “dedicación).
Lo simbólico de este personaje
se refuerza con dos elementos: dos veces dice el texto que Henoc “anduvo con
Dios” (5,22.24), algo que se dirá también de Noé (6,9), y algo que se espera de
una persona o un pueblo fiel (Abraham, Gen 17,1 y todo Israel, Dt 13,5). Por
tanto, esto se destaca de Henoc (y luego de Noe, motivo por el cual no perece con el diluvio, ya que es “el varón más justo y cabal de su tiempo”). De hecho,
de este gran personaje, además, no se dice que “murió”, como se afirma de todos
los demás, sino que “desapareció, porque Dios se lo llevó” (como se dirá
también de Elías, 2 Re 2,11). Por eso en el judaísmo, con el tiempo, fue visto
o imaginado como que “no hubo en la tierra nadie como Henoc” (Sir 49,14) y por
eso es “ejemplo de conversión para todas las generaciones” (Sir 44,16); y la
carta a los Hebreos dirá que “no vio la muerte porque Dios lo trasladó” (Heb
11,5).
Sin duda los autores no
quieren decir que Henoc no haya muerto, sino que su vida es ejemplar. Tanto lo
fue (sin que sepamos a qué se refieren explícitamente) que en tiempos de Jesús
hay grupos que constantemente se refieren a él, e incluso hay muchos escritos
en su nombre, cercanos a la literatura de los apocalipsis. El autor de la carta de
Judas cita uno de ellos, por ejemplo (Jds 14-15).
No sabemos casi nada de este
personaje, pero sabemos que fue fiel a Dios y eso repercutió en una vida plena,
una vida que la memoria del pueblo lo mantiene vivo. Anduvo con Dios,
¿andaremos?
Imagen tomada de https://elsantodeldia.wordpress.com/2014/10/10/san-enoc-patriarca-del-antiguo-testamento/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.