jueves, 13 de abril de 2023

Un poco sobre los Salmos

Un poco sobre los Salmos

Eduardo de la Serna



En los diccionarios suele decirse que un salmo es “un canto de alabanza (a Dios)”, por lo que – deberíamos suponer – el libro de los Salmos, en la Biblia, sería una colección de estos “cantos de alabanza”. Pero, ¿es así?

Si, para comenzar, miramos este libro, notaremos que, ciertamente, hay muchos “cantos de alabanza”, pero, resulta significativo que estos no son la mayoría. Lo veremos.

Pero es importante notar que en la Biblia hay muchos “salmos” fuera del libro “Salmos” [teniendo esto en cuenta, irónicamente podemos decir que “no todos los salmos están en los Salmos, y no todos los Salmos son salmos”]. Incluso en el Nuevo Testamento hay bastantes (un caso muy conocido es el cántico profético de María, habitualmente llamado por la primera palabra en latín: “Magnificat”). Sin duda, en este caso, sí es evidente que de una alabanza se trata.

Por ejemplo, es interesante saber (aunque no podamos notarlo en las traducciones) que en la poesía hebrea era importante destacar los acentos; entonces, una estrofa, que suele tener dos partes, podía tener 3 acentos en la primera y tres en la segunda (o algo parecido, como 3 y 4, 4 y 3, 4 y 4 etc.). Esto marcaba el ritmo musical (que, evidentemente, para “sentirlo” debemos escuchar el “canto” en hebreo). La lengua hebrea, además, es muy repetitiva, por eso también es común que la segunda parte de la estrofa aluda a la primera (“alaben a Yahvé todas las naciones / celébrenlo todos los pueblos” [Sal 117,1]; como se ve, en este caso, la segunda parte dice lo mismo que la primera).

Pero, como dijimos, no todos los “Salmos” son “cantos de alabanza”; en el libro se encuentran muchísimas lamentaciones; en ellas se expresa el dolor por una situación particular, en muchas ocasiones causada por otros. También encontramos cantos históricos, cantos sapienciales, cantos litúrgicos, etc. Es decir, el libro “Salmos” constituye una colección de poemas que el pueblo de Israel hizo suyos. En este sentido, hay que notar, además, que, si bien muchos poemas se encuentran en plural (son “colectivos”), también hay muchos en singular (“individuales”), pero no hemos de entenderlos en el sentido intimista (mi relación personal con Dios) sino que quien asume ese canto es el pueblo de Israel (así, el “yo” es también un “nosotros”, se trata del pueblo que canta).

En los cantos de alabanza es frecuente que se invite a otros (o a todos) a unirse al canto, por lo que se suelen dar los motivos (es frecuente el uso del “porque”) explayándose en los beneficios de la obra de Dios sobre el pueblo (individual o colectivamente, insistimos).

En los cantos de lamentación, donde también es frecuente el “por qué”, es habitual que se haga referencia a adversarios que provocan el sufrimiento en el orante (individual o colectivo) y se pide la intervención de Dios en su favor. En estos cantos, en muchas ocasiones, es tanta la confianza en Dios que tiene el “salmista” que ‘da por hecho’ que Él intervendrá en su favor, por lo que finaliza con una acción de gracias.

A lo largo de mucho tiempo, distintas personas fueron componiendo cantos diversos. Muchos de esos cantos se fueron recopilando. Es muy posible que algunos grupos recopilaran una serie de cantos, mientras otros grupos hicieran lo mismo con otros (y, en ocasiones, alguno que también estaba en la otra colección, por lo que aparece alguna repetición total o parcial). Pasado más tiempo, en un momento ya tardío, pareciera que se recopilaron todas las colecciones para darle unidad (en esto hay algunos errores, por ejemplo, los salmos 9 y 10 en realidad constituyen un solo canto; lo que provocó la diferente numeración al traducirse al griego, porque estos notaron el error). Con intencionalidad litúrgica el libro se ha dividido en 5 “tomos” (como una especie de “pentateuco” litúrgico) y así se conformó el actual “libro” de los Salmos que, como se ve, en realidad, es una colección de cantos diferentes, en diferentes circunstancias para que el pueblo, en circunstancias semejantes (nunca idénticas) haga suyo ese canto y se lamente pidiendo la intervención de Dios desde el dolor, o cante la alabanza de experimentar la presencia de Dios, o aprenda a mirar la historia, o la vida desde la poesía y el canto de un pueblo que sabe que Dios camina a su lado.

 

Imagen tomada de https://puentes-esperanza.blogspot.com/2013/06/salmos-de-ascenso-gradual.html

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