jueves, 20 de julio de 2023

Breve nota sobre la amistad

 Breve nota sobre la amistad (*)

Eduardo de la Serna



Me resulta difícil imaginar la amistad, por ejemplo, en aquellas aldeas o regiones donde la distancia de una casa con la otra se mide en kilómetros; donde los hijos viven en la casa y para la casa, llevando el ganado menor (o a veces siendo llevados por ellos) a lugares de pastos duros y aguas sucias… Hasta que, llegada cierta edad – edad que suele celebrarse festivamente – el varón puede acompañar al papá en oficios y vicios. ¿Qué significaría un amigo o amiga – más complicado aún para las mujeres – en ese contexto? Tal vez aquellos “pares” con los que se encuentran en pastos o aguadas, ¿dónde más? Puede ser que algún acontecimiento especial lleve a la familia a usar un sulky a la feria o mercado para canjear productos, o a la fiesta del lugar… o a la sinagoga. Digo, porque no creo que haya sido distinta la vida del muchacho Jesús. Nazaret tenía unos 200 habitantes, para ser precisos (llamarlo ciudad no resiste ningún estándar). Todo esto para señalar que cuando Jesús (o la Biblia) usa la palabra “amigo” difícilmente tenga algo que ver con nuestro concepto… Y, sin embargo, tiene algo para decirnos.

Pero nuestra vida se vive en nuestro tiempo; no somos lo que imaginativamente se dice de los amish, por ejemplo. En nuestro tiempo y vida existe eso que llamamos amigos, amigas. Y, ¡oh sorpresa!, eso, así llamado, sabe estar impregnado de Evangelio. Impregnado y con aroma a Evangelio, porque tiene que ver con el amor; con reconocer “al otro”, a “la otra” (y otre) como un par, pero… Como un par impar, lo que es raro. Como un igual un poquito superior, tanto que “arriesgar la vida por los amigos” es visto como algo ejemplar. Pero, volviendo, de vida se trata.

Debo reconocer que no puedo entender todos los discursos individualistas donde sólo me miro a mí mismo (y a los demás en función de “mí”), donde los demás son ajenos o potenciales enemigos, y las propuestas de individualismo exacerbado (y en nombre de una libertad extraña frente a la que no hay “otros/as/es”) … y no puedo entenderlo porque no puedo entender mi “vida” sin mis amigos y mis amigas. Ese abismo es vacío, es vida vacía, es sin sentido.

Un amigo, una amiga es nada menos que una vida junto a la mía; una vida que plenifica mi vida (como imagino que la mía plenifica la suya) y que junto a otras vidas sencillamente viven. Y, vida, ¡es fiesta!, vida es ¡paz!, vida es alegría. ¡Eso es vida! Eso es la amistad, ¡creo!


Foto tomada de https://anabaptistworld.org/catching-up-with-the-amish/

(*) en Argentina y algunos otros países se celebra el 20 de julio (por insólitas razones) el día "del amigo/a/e". Sin cumplir con formalidades, que no me con-forman, vaya esta sencilla reflexión pensando en todos, todas, todes mis amigxs.

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