La Argentina y su parecido con el ornitorrinco
Eduardo de la Serna
Como es quizás sabido, el ornitorrinco es un mamífero muy, muy raro. Para empezar, es de los poquísimos que nace de huevos, además, tiene pico como de pato, cuerpo como de castor, patas como de nutria, vive en el agua y su cuerpo es venenoso. Tan extraño es que, cuando en Europa, siempre autoreferencial, conocieron la piel de un ejemplar llevado de Australia a Gran Bretaña, allí pensaron que se trataba de un fraude. Lo cierto es que es muy raro; en lo personal, amante como soy de los (buenos) zoológicos, a pesar de eso, jamás pude ver un ejemplar.
Y, hemos de decir, Argentina (y los argentinos) también somos raros, muy raros. Tenemos militares que no saben hacer la guerra, y saben matar argentinos desarmados, pero no ingleses, y que cuando se autoconstituyeron gobierno, vendieron el país y su economía al extranjero. Tenemos empresarios que son muy, muy capitalistas en las ganancias y muy, muy socialistas en las pérdidas. Tenemos Medios de Comunicación que proponen censura feroz a la expresión de los medios que no adhieren a su ideología, la dominante. Tenemos un poder judicial que expresamente censura, saltea y niega la justicia en todas sus expresiones (salvo cuando de beneficiarse o beneficiar a los propios se trata). Y tenemos políticos libertarios que militan activamente contra la libertad de los que no son como ellos… especialmente, contra los pobres y todo lo que los beneficie.
Aunque, quizás, hemos de volver a la grieta. A aquella que eligió declarar la Independencia [en castellano, quechua y aymara] contra la opinión del puerto, que hizo una campaña libertadora propia y de los pueblos hermanos, a aquellos que elegían no mirar ese puerto sino la tierra acompañados de sus caudillos, a aquellos que fueron “sangre de gauchos” derramada por los otros, a aquellos que se resistieron al “usted ya votó” y apoyaron y acompañaron a los que los apoyaron y acompañaron a su vez, a aquellos torturados, proscriptos, exiliados o desaparecidos. A una Argentina morena y latinoamericana incomprendida por la Argentina europea y blanca. Incomprendida y despreciada. Pobre, sí. Pobre de empobrecida. Pobre y viva y vital, capaz de fiesta y de duelo, capaz de compartir un mate y un asado (ese mismo asado que hoy la otra parte le niega), capaz de regalar tiempo al encuentro, solidaria en el dolor, sencilla y desbordada en la fiesta. Quizás debamos decir que hay dos argentinas, en este sentido… una más parecida al carpincho, nuestra, resistente, y rechazada por los apropiadores, y otra como el ornitorrinco, casi un poco de cada cosa, pero nada propia. O, haciendo un parangón, y mirando desde estas tierras, un verdadero fraude.
Foto tomada de http://www.ornitorrincopedia.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cualquiera puede comentar y no será eliminado, aunque no este de acuerdo con lo dicho, siempre que sea respetuoso (caso contrario, será borrado). Pero habitualmente no responderé los comentarios, ni unos ni otros, para no transformar este blog en un foro. De todos modos, podrán expresar su opinión.