Breves apostillas
Eduardo
de la Serna
“Los brotes verdes” anunciados
por el gobierno en una primavera imaginaria e invisible, como el crecimiento,
resultaron ser los de “la ola verde”.
Ganó el gobierno. El triunfo
del “no” en el senado trajo alivio en el gobierno. No tanto por la supuesta
victoria moral “provida” sino porque se logró evitar el “gratuito” que era lo que
le molestaba. Podrá “despenalizarse” ahora, (además consiguiendo así cierto aval
a la impresentable reforma del Código penal), total ya no será algo de lo que
el Estado deba ocuparse. Una menos.
Perdió la Iglesia. La
Identificación de la Iglesia con lo más retrógrado, los fundamentalismos, con dogmas
que no lo son, desentendiéndose del dolor de la mujer, patriarcal y machista,
flaco favor se hace a sí misma. No entendieron. Otra vez.
Viene el FMI. Los verdaderos
encargados de la economía argentina vienen y vendrán periódicamente a “revisar
los números”. Pronto, lo imagino, les devolverán “su” oficina en el Banco Central.
Se trata de ahorrarles el viaje.
Senadores nada honorables.
Coherentes con algunos de los albinos invitados a exponer supuestas
argumentaciones, algunos senadores manifestaron a la sociedad entera su
desprecio. El senador Urtubey (¡qué familia, por Dios!), además avalado por el
senador Pinedo. Una senadora que no leyó el proyecto, otro que propone dar
plantas a las embarazadas (claro, ¡viene de la 125!, ¿serán de soja?), otro que
habla de los chimpancés y muestra que en algunos casos lo que ocurrió fue una
involución (¡perdón, Charles!) y la presidenta del Senado y vicepresidenta de
la Nación mostrando (una vez más) su oquedad. De debatir con argumentos se
trataba. Pero bueno, esa nos la deben.
Las escuelas. No hay que
politizar el drama, afirmó con su inmutable cara de nada la nada misma, que
está en el sillón del gobierno de la provincia (decir “gobierna” sería un
exceso). Y lo dijo politizando, porque cuando lo hacen otros está mal y cuando lo
hacemos nosotros es una genial duranbarbeada.
La dependencia judicial. No
satisfechos por correr fiscales que pueden investigar las causas sensibles del gobierno,
ni con acomodar jueces amigables en zonas peligrosas, ahora premian a uno de
los jueces que condenó a Amado Boudou por estar convencido, aunque sin pruebas,
que cometió un delito. El ejemplo de Moro cunde en la región.
El milagro de la región. No conforme
con hacer lo que quiere, el gobernador y sus lacayos ponen y sacan a su antojo
también fuera de su feudo. Milagro Sala ahora es trasladada a Salta. Cumplir
las directivas internacionales, hacer justicia es para otros. Gerardo Iº está
más allá de esas paparruchadas (y el poder judicial de la Nación, también).
Un duque en Colombia. En un acto
de uribismo explícito el nuevo (¿vice?) presidente de Colombia ya empezó su gobierno; de
bombardear la paz se trata. De eso viven. Viendo los vientos que soplan
(tormenta los llamó nuestro metafórico presidente) que se prepare Juanma para
ser juzgado y quizás condenado mediático-judicialmente en un futuro no muy
lejano.
Mágica mutación. En medio de
la crisis de los aportes truchos en la provincia, que prometía extenderse a
otras regiones, el siempre funcional diario La Nazión encontró unos cuadernos,
que después no eran tales, sino fotocopias con denuncias sobre coimas y
sobornos para la obra pública que después no fue tal sino aportes de campaña. Si
hasta un primo del mismísimo presidente, “Testaferra” lo llaman por ahí, parece
que aportó a la campaña “K” y no a la de su primito. Ahí… ¡y lo dicen en serio!
Sin reírse.
Y se podría seguir... ¡hay
tanto! De pensar el presente, mirar la realidad, y mirarla desde “un lugar” se
trata. Desde la vida de los últimos, los pobres y las víctimas quiero mirar, aunque
muchas de estas cosas se hagan en nombre de la justicia, la paz, la trasparencia
o la pro-vida. Como no les creo nada, sospecho firmemente que nada de todo esto
les interesa, a menos que sea negocio, claro.
Dibujo tomado de https://www.biko2.com/category/anotaciones-al-margen/
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