Sacheri y Angelelli
Eduardo
de la Serna
Aprovechando la “libertad” que
le da no tener que estar en estricta comunión con el Papa y la Iglesia
Argentina, el obispo emérito de La Plata, Héctor Aguer manifestó, en una
reciente carta de Lectores al “eminentísimo” diario La Nación su solidaridad
con el mismo a las críticas por la inminente beatificación de monseñor
Angelelli, mártir.
Allí dice varias cosas, a las
que remito. Por ejemplo, afirma que escuchó lo que decía monseñor Witte
afirmando que se había tratado de un accidente (cosa que nadie niega: sabemos que
Witte decía eso. Lo que negamos es la veracidad de ese dicho). Pero – como el
título lo afirma – se pregunta por qué no se reconoce el martirio (¿en lugar del
de Angelelli?) de Carlos Sacheri, asesinado por el ERP. Y concluye, en clara
crítica al Papa, que este reconocimiento de martirio sería “eclesiásticamente incorrecto” (se refiere
incorrecto en la Iglesia de Francisco, no en la de Juan Pablo o Benito, por
cierto).
Es sabido que Sacheri era un “abanderado”
de la derecha católica a la que Aguer firmemente adscribe; como lo era Jordán Bruno
Genta, también asesinado por el ERP (ambos en 1974); ambos discípulos de Julio
Menvielle a quién también Aguer frecuentaba. Es razonable, entonces, que este
cruel asesinato lo afecte, aunque desconozco si siendo un poderoso arzobispo
argentino hizo algo por la beatificación y el reconocimiento martirial de su “amigo”.
En la tradición católica se
han reconocido muchos mártires y martirios los cuales, obviamente, no en todos
los casos nos “tocan de cerca” y nos aluden (Juan el Bautista, los mártires de
Uganda, Maximiliano Kolbe o santa María Goretti, por ejemplo); que se
reconozcan sus martirios no implica que sean ejemplos a querer seguir, por
cierto.
No veo nada que impida el
reconocimiento de martirio de Sacheri si se pudiera investigar con un poco de
seriedad su asesinato (cosa que durante mucho tiempo fue casi imposible en el
caso de Angelelli por la complicidad de los “amigos de Aguer”). De hecho,
cuando se reconoció el martirio por “odio a la fe” de monseñor Romero (otro de
los silenciados en tiempos “aguéricos”) se reconoció también el martirio por
odio a la fe de tres asesinados por Sendero Luminoso [1], lo que según el principio
del emérito sería “eclesiásticamente incorrecto” pero parece no serlo en estos
casos. Que no me una nada con Sacheri no significa ni que celebre ni que me
alegre su muerte, por lo que no me incomodaría en nada que se reconozca su martirio,
aunque – en ese caso – no sería “santo de mi devoción”; se ha canonizado a
Escrivá de Balaguer, casi todo es posible. De hecho, como ocurrió en el caso de
Angelelli también La Nación publicó (el 23 de diciembre de 2014) una editorial
(= sin firma) presentando a Sacheri como “constructor del bien común” [2]. Es coherente
con su línea editorial. Por tanto, señor arzobispo emérito, promueva las
beatificaciones que desee o le parezcan oportunas; algunos, entre tanto,
celebramos las que durante sus tiempos de “Gloria” no nos fueron permitidas.
Dibujo tomado de http://egosumqui.blogspot.com/2010/08/politicamente-incorrecto.html
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