miércoles, 30 de julio de 2025

Delegado

Delegado

Eduardo de la Serna



Se supone que cuando alguien “delega” a otra persona para alguna actividad, acontecimiento o lo que fuere, es porque sabe que esa tal persona lo representará; es un “enviado” (legado; incluso “legalmente”, que de allí proviene el término). Sin duda, delegar a alguien no es – o no debiera – ser algo superficial, porque en dicha actividad o acontecimiento es el mismo “enviador” el que está hablando o actuando. Se supone, por lo tanto, que el delegado es alguien conocido y reconocido por el “delegador”; sería superficial, ingenuo si no irresponsable si así no fuera. El tema puede complejizarse… Delegar a “cualquiera” puede ser indicio de la poca importancia que se da al acontecimiento o contexto al que se lo envía; o de la irresponsabilidad del que envía. 


Pero, por principio, sin dudas – y sea responsable o irresponsablemente, ingenua o sensatamente – es el que envía el que habla o actúa por mediación del delegado. 


Enviar a alguien “para quedar bien”, para mostrar “amplitud” o “tolerancia” es peor que ingenuidad, es incapacidad de manejo o de gobierno, ineptitud, porque pareciera que “todo vale”, “cualquiera vale” o que no hay “una dirección” sino la que fuere… Valga esto para el envío del cardenal Sarah por el papa León XIV a Bretaña con motivo del cuarto centenario de las supuestas apariciones de Santa Ana en a Yvon Nicolazic como “delegado” pontificio. ¿Acaso alguien podría imaginar que Sarah diría algo diferente a lo que dijo? ¿Alguien se sorprendió? Era de esperar que así actuaría, y, no debieran caber dudas que esto es lo que el Papa quiso.


Y no puedo menos que recordar a dom Helder:Camara:


Soñé que el Papa enloquecía

Él mismo prendió fuego

Al Vaticano

y la Basílica de San Pedro.

Locura sagrada,

porque Dios avivó el fuego

que los bomberos, en vano,

intentaban extinguir.

 

El Papa, loco,

salía por las calles de Roma,

despidiéndose de los embajadores

acreditados ante él,

arrojando la tiara al Tíber,

Esparciendo a los pobres

Todo el dinero

del Banco del Vaticano.

 

¡Qué vergüenza para los cristianos!

Para que un Papa

viva el Evangelio,

tenemos que imaginarlo

¡En plena locura! 

 

 Imagen tomada de https://www.religiondigital.org/mundo/Cardenal-Sarah-Francia-arrodillaos-Dios_0_2802019776.html

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