¡Qué linda quincena!
Eduardo
de la Serna
Estamos terminando la primera
quincena del gobierno de la Alianza Cambiemos. Muchas cosas han pasado,
lamentablemente casi ninguna distinta a lo esperado, pero ¡muchas!
Pero me quiero detener en
algunas que me parecen importantes. El Presidente anunció en su discurso
inaugural tres cosas: (1) pobreza cero; (2) enfrentar el narcotráfico; (3)
fomentar la unión de los argentinos. Y me quisiera detener en eso.
Dejo de lado la obviedad del
discurso (¿alguien podría estar en contra de esos slogans propios de una campaña?)
Claro que diferente es si se hubiera afirmado los medios por los que tan
loables propuestas se llevarían a cabo, pero es propio de la superficialidad,
mediocridad, y hasta incapacidad del Presidente entrar en esos vericuetos. Pero
al menos veamos…
[1] Pobreza Cero
Es sensato suponer que el
término es más un slogan, una propuesta o una meta utópica que una realidad que
se espera alcanzar ya que eso no existe en ningún país del mundo. Pero la
cuestión es si se dan los pasos para que esa utopía sea un poco más cercana a
la realidad.
¿Cómo se tendería hacia la
pobreza cero? Ciertamente con trabajo digno, con salud, con educación de
calidad, con salarios justos… La pobreza cero nunca podría ser cosa solucionable
con “limosna”, por ejemplo.
¿Y qué vemos? Las
consultoras que medían antes en favor de la “oposición” el índice que les era
favorable ya hablan de una inflación entre el 5 y el 6% para el mes. La
devaluación pavorosa, el evidente aumento de precios (y la consiguiente reducción
de salarios), los despidos que ya comenzaron en número importante y se anuncian
en creciente (con el absurdo “regalo” de $ 400 para los más empobrecidos)… Y lo
que se viene como consecuencia de todo esto. Es sabido que cuando los recursos
se dirigen a los sectores pobres se lo llama “populismo”, mientras que si se
dirige hacia los sectores más ricos de la sociedad se lo llama “amistad con el
mercado” o cosas por el estilo. Como lo que antes llamaban “inflación”, o “ajuste”
y ahora (como son “sinceros” y “transparentes” llaman “sinceramiento” en un
acto más de su ya habitual cinismo.
Dejemos de lado que el tema
era recurrente en la campaña de Cáritas y el responsable, también convocante de
la vergonzosa “marcha de los paraguas”, fue nombrado viceministro de Acción
social. Es evidente lo que esta gente con “cero contacto con los pobres”
entiende por “pobreza cero”. Quizás baste con cerrar las ventanas.
Ciertamente con menos
trabajo, con salarios mucho más bajos, con un modelo económico capitalista,
resulta muy difícil pensar que la pobreza cero está en el horizonte. Es más, en
los últimos 15 días la vemos bastante más lejana de lo tanto que se había
avanzado en este terreno.
[2] Enfrentamiento al narcotráfico
Es cierto que en la campaña
Macri – al hablar de “drogadicción” – insistió en el tema del “paco”, es decir,
la pasta base de cocaína, muy consumida – especialmente - en sectores pobres o
empobrecidos. Pero sería ingenuo,
falso y tramposo creer que el enfrentamiento / guerra / lucha contra el flagelo
(Episcopado dixit) del narcotráfico se limita a una pequeña "cocina"
o a tal o cual "pibe de barrio” que se “paquea”, por ejemplo. Ya lo señaló
el Papa en las Naciones Unidas: hablar de tráfico de drogas sin tener en cuenta
el blanqueo de dinero, por ejemplo, es absurdo y sin sentido. Es evidente que
los grandes tráficos ilegales (estupefacientes, armas, personas…) requieren una
importante ingeniería de tráfico de divisas, blanqueos de capitales, etc. Es
ingenuo pensar que un “transa” en una villa puede ser responsable del tráfico
de un país. Obviamente, combatir el “transa” o el vendedor de “paco” es atacar
el pequeño emergente. Como suele ocurrir, se encarcela el “ladrón de gallinas”
mientras el gran responsable es halagado, o nombrado miembro de la corte, o CEO
de un multimedios… En ese sentido resulta significativo que al frente de la
Unidad de Información Financiera se haya puesto a Federici, Plee y Talerico, es
decir, a los que parecen más cerca del lavado que se combatirlo, lo cual
permite preguntarse si se va a combatir el tráfico ilegal o – por el contrario,
y como parece probable – se combatirá a los pequeños vendedores mientras los
grandes crecen con la “libertad del mercado”.
[3] Unidad de los argentinos
Ya es un dato adquirido
hablar de la “grieta”, sostener que afortunadamente hemos pasado “del
antagonismo a la amistad social”, e incluso se escucha citar al Papa que afirma
que “el todo es superior a las partes” o que “Jesús quiere el amor y la
fraternidad”… (lo cual es, evidentemente, muy discutible hermenéuticamente). Ya
hemos hablado del “relato” y la ingenuidad de “comprar” otro “relato”, éste
triunfante en esta ocasión. En estos días hemos vuelto a ver, ausentes durante
12 años, tanques hidrantes, francotiradores, fotógrafos en las marchas,
gendarmería y balas de goma. Parece que eso debe entenderse por “amistad social”,
ya que cualquiera sabe que el modelo económico impuesto sólo “cierra” con
represión social. Ya se avisó que cualquiera que corte rutas y atente contra la
“propiedad privada” será reprimido con balas de goma por hacer visible la
grieta que – como la inseguridad – ya no existe.
La unidad de los argentinos,
además se ve patente en la política internacional donde un desorientado
presidente, que no sabe ni siquiera dónde está su asiento (suele ser donde está
esa bandera celeste y blanca, generalmente), pasa un papelón de antología ante
la ministra de relaciones exteriores de Venezuela que le acomoda alguna de sus
pocas ideas en público. Ya era sabido que el gobierno intentaría acercarse a la
Alianza del Pacífico y buscar un TLC con Europa, sabiendo el estertóreo fracaso
de los TLC allí donde se han aplicado entre los pobres. Pero es posible que la
Ministra no se haya enterado: ya quedó claramente expuesta en los cables de Wikileaks
como una fiel lacaya del imperio. Pero para eso fue puesta, parece.
En suma… parece que la
pobreza cero será mejor dicho de “cero” justicia (de la justicia – o mejor
dicho del Poder Judicial no hablo, me avergonzaría demasiado…), de combatir el
narcotráfico entre los pobres y tapar la grieta acallando la voz de las
víctimas… Lamentablemente algo que se veía venir. Y algo que muchos (y pienso
avergonzadamente en ambientes eclesiásticos) querían, por mediocridad, por
incapacidad de mirar la realidad o por desconocerla flagrantemente. Y no puedo
menos que mirarlos con dolor. Los pobres no lo merecían.
Foto tomada de http://www.infonews.com/nota/272102/heridos-de-bala-de-goma-en-la-ricchieri
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