Estridente sonó!

Estridente sonó…

Eduardo de la Serna

Si no me equivoco fue Guillermo Moreno quien empezó con el lema «Clarín miente». Y cada vez resulta más evidente que si bien es cierto, Moreno se quedó corto:

Miente, y miente a sabiendas, con malicia.

Y no me detengo – pero debería, si quisiera ser extenso – a mirar el pasado lejano, desde la Dictadura cívico-eclesiástico-PERIODISTICA-militar, como cuando tituló que monseñor Angelelli murió “en un accidente” algo que en aquel momento todos sabíamos que era falso. O en Papel Prensa…

Tampoco me voy a detener en aquello de que dos años apoyan, dos años critican y dos años bombardean al presidente, cada tercio con objetivos ciertamente económicos según el caso. Basta recordar la actitud frente al gobierno de Raúl Alfonsín.

Ni me detendré a la actitud durante el menemismo, o la Alianza o Duhalde… Baste a modo de ejemplo recordar la pesificación asimétrica que consiguió (luego de la ley de bienes culturales) con lo que – una vez más – el pueblo pagó a los poderosos. Toda la millonaria deuda en dólares para comprar los cables del interior del país y formar así Multicanal debía compensarse con esa estafa asimétrica.

Evidentemente, cuando Néstor Kirchner gana las elecciones en 2003 (con el 22% de los votos, es bueno recordarlo) necesitaba todo el apoyo posible para gobernar el descontrol y caos en el que el neoliberalismo (ese que ahora quiere volver) nos sumergió. Néstor y Clarín se “usaron” mutuamente. Clarín para conseguir (una vez más) beneficios, Néstor para conseguir apoyo para sus políticas.

Pero cuando todo volvió a la “normalidad” y ya no se necesitaron mutuamente, Clarín empezó su sistemático bombardeo. “Nadie soporta tres tapas negativas de Clarín”, se decía. Pues las tapas se han multiplicado por cientos. Y con el apoyo de los cómplices externos (la SIP, en concreto) las campañas contra los gobiernos “progresistas” no cesan: contra Bachelet, Dilma, Lugo, Evo, Cristina, Maduro… y nada se dice de Humala que perdió su sexto jefe de gabinete (en este caso, por “escuchas ilegales”, como Mauricio, ¿vio?), de la corrupción en Colombia (desde los “falsos positivos” a los cambios de la ley de 4G gracias a una “sana intervención” de Carlos Slim en Cartagena), o de México (y debemos volver una y otra vez a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa). 

Valga, entonces, simplemente señalar que Clarín está en campaña desde hace ya bastantes años. Sea quien fuere, pero “los K” no deben seguir en el gobierno. Se puede recordar la 125 y la exaltación de la figura de De Angeli, de De Narvaez, de Sergio Massa, y – solapadamente – el mantenimiento de la figura de Daniel Scioli y Maurizio Macri hasta el punto que un capo de Clarín “habría” llamado a un presidenciable “ordenándole” que se baje de las listas porque no debe haber tantos. Los socialistas suelen ser obedientes a estas cosas. 

Si miramos solamente lo que va del año es llamativo:

• 1.    La insistencia hasta la exasperación del “caso” Nisman, hasta el punto que un diario yanqui pidió que Cristina fuera declarada persona no grata en los EEUU y Europa, porque parecía que la “demoledora” denuncia del ex fiscal iba a hacer caer al Gobierno. La denuncia resultó tan insustancial desde el principio que sólo a fuerza de tapas y obsecuentes paraguas lograron mantenerla. El homenajeado no resultó homenajeable y la búsqueda de justicia aparece obstaculizada por la interesada, y el caso empezó a desinflarse.
• 2.    Un Acto monumental el 24 de marzo en conmemoración del Golpe genocida pudo ser debidamente tapado por un piloto demente que se suicida matando 149 pasajeros y los diarios y la TV mostrando por horas el tema “tapando” (por eso de que puede ser tapa o tapar, como dicen) e ignorando absolutamente la multitudinaria marcha por la memoria, la verdad y la justicia.
• 3.    Y ahora le tocó el turno a Máximo, el hijo de Néstor y Cristina. Como él dijo, pasó de ser un “avezado jugador de play station a un tirabombas”. Violando todos los manuales de estilo, Clarín publicó varios artículos con puros potenciales donde “habría”, “tendría”, “estaría”… demostrando a las claras que “estarían” con ganas de voltear todo. Claro que, además, está el tema de que “¿cómo va a aparecer el hijo de…? Esto se parece a una dinastía” olvidando a Frei, Lacalle, Sendic, Santos, Alfonsín, Bush y tantos otros… la cosa es que en otros se puede, no en estos. Nada se demuestra siquiera un poco, la cosa es manchar, ensuciar… “tirar bombas”.

Sinceramente me tienen un poco cansado. A lo mejor sería práctico tener ya hecho un cartel que diga “desmentimos lo dicho por Clarín” para no gastar saliva en chimangos. Digo, porque es evidente que insistirán, volverán, repetirán… hasta octubre todavía falta.

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