¡Sacados!

Sacados

Eduardo de la Serna

Solemos decir que alguien está “sacado” cuando ha perdido el control sobre sí mismo. Y vale para el fanatismo (por ejemplo la violencia en el fútbol), para el demente (por ejemplo, un psicópata), y se aplica a personas o colectivos en los que el obrar, decir, gesticular parece incontrolado. Por cierto, ante el hecho cabe la pregunta del por qué, qué ha ocurrido, qué pasa para que este o estos obren de esta manera. Y mirando recientemente dichos o hechos de la Alianza del PRO me da la sensación que sus miembros están “sacados”…

• Durán Barba, el asesor omnipotente de la Alianza, el estratega de cada palabra o silencio de todo el grupo acaba de decir que el Papa no aporta ni 10 votos, y además se manifestó a favor del aborto. Tanto que dentro del mismo partido salieron a cuestionarlo. No sólo cuenta la actitud típica de pastor evangélico de los últimos actos de Mauricio Macri, muchas de sus actitudes publicitarias inspiradas en los pastores, y sumado a eso sus compromisos neo-budistas más cercanos a Osho que al Dalai Lama. Todo indica que Durán Barba “se sacó”.
• En la ex Mansión Seré, lugar emblemático de los Derechos Humanos, y hoy Casa de la Memoria, apareció una pintada: “el 22 se acaba el curro”. Esa fue una frase de Macri contra los Derechos Humanos”, a los que definió como “curro” (= robo). Pintar un lugar emblemático con esta desdichada frase parece indicio de que muchos de los adversarios, o enemigos, de la lucha en favor de la vigencia de la Memoria, la Verdad y la Justicia se sienten “ganadores”. Algo coherente con muchos apoyos recientes a la Alianza PRO de parte de defensores de la dictadura cívico-militar. Algo coherente con la falta de apoyo del gobierno de Macri a las casas de la memoria de la Ciudad de Buenos Aires, como es el caso del Parque de la memoria o la ex ESMA.
• El escritor Marcos Aguinis, famoso por celebrarse y aplaudirse, acaba de referirse a las presidentas de Madres de Plaza de Mayo y de Abuelas de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto como “mujeres despreciables”. La lógica es la misma: la “sacadez”.
• En el Acto de cierre en Humahuaca llevado a cabo por Macri el intendente de Tilcara, Félix Pérez (que apoyó a la Alianza en las elecciones) no pudo acceder al acto. Es indígena. Gente “oscura” no pudo acceder a un acto sólo para blancos y fueron maltratados.
• El ex presidente de Shell, Juan José Aranguren, responsable de la corrida bancaria que a principios de 2014 provocó una devaluación (que no sólo no fue solución sino que provocó aumentos de precios y caída del salario) y mencionado como su futuro secretario de Energía por Macri de ganar, dijo que no es importante “el autoabastecimiento energético”. No sólo se han manifestado en contra de la YPF estatal, sino que avisan que comprarán (en dólares, obviamente) la energía que el país precise (que si cierran fábricas será evidentemente menor).
• El Vicegobernador electo de Buenos Aires, Daniel Salvador afirmó que habrá una reducción importante de empleados públicos en la provincia (recordando que empleados públicos son los policías, médicos y enfermeros, maestros…) para que “el presupuesto” sea “más viable”. Algo semejante afirmó el electo intendente de Quilmes, Martiniano Molina (que además anunció la suba de los impuestos municipales).
• El impresentable juez Claudio Bonadío, quizás envalentonado, empezó una seguidilla de allanamientos y medidas contra todas las instancias de gobierno (¿pretende ser miembro de la Corte Suprema?) algo imitado por otros dentro del “poder judicial” (que algunos exagerando, o hasta mintiendo llaman “la justicia”, en realidad una sinécdoque) y llevado al paroxismo por la Corte Suprema que pareciera querer presidir el supremo triunvirato del futuro junto con el presidente electo.
• Si a esto le sumamos los dichos por Mauricio Macri sobre los feriados y las universidades, que revelan claramente “desde dónde” mira la realidad (desde quiénes): desde el capital.

Todo esto, a lo que se podría agregar sin duda una larga lista. Toda de dichos y hechos recientes nos hace formularnos la pregunta conclusiva. ¿Están “sacados”? ¿Por qué? ¿Por qué se creen / saben ganadores y desatan su euforia? ¿Por qué dudan del resultado y quieren forzar a los “amigos”? 

Sin duda que no es fácil pedir una lógica a un “sacado”, pero al menos, debería servirnos a los que miramos absortos semejantes cosas para tener miedo. ¡Sí!, ¡miedo! Miedo a que estas actitudes, gestos, personas estén a cargo del futuro de nuestro país. ¡¡¡Por lo menos no podemos decir que no nos avisaron!!! A menos que el Síndrome de Estocolmo nos haya sacado también a nosotros.

Foto tomada de www.todoseguridad.org